Las mejores rutinas de ejercicio en casa y sin equipos costosos
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Ahora que estamos confinados a nuestros hogares por fin podemos cumplir con nuestras más alocadas metas fitness, las horas nos sobran y si tenemos un área de nuestra casa en donde podemos acostarnos en el piso, tenemos el espacio, y si tenemos masa corporal, tenemos el equipo necesario. Claro está, nuestras espaldas agradecerán enormemente la presencia de un mat de yoga o así sea una vieja toalla, pero si estos objetos no se encuentran en nuestra posesión, no dejaremos que su ausencia interfieran entre nosotros y ese cuerpo ideal con el que siempre hemos soñado. Y siendo honestos, en cuarentena la cosa solo puede ir de dos formas: o cedemos a la ansiedad, damos paso a que los antojos nos consuman y nos dejamos ir como gorda en tobogán, o agarramos al encierro por las manos y firmemente nos hacemos la promesa de hacer de este tiempo algo productivo con nuestros cuerpos.

Primero, lo básico
Antes de adentrarnos en el mundo del ejercicio en casa y sin supervisión de un profesional, es muy importante tener claras ciertas reglas:
Vamos a nuestro ritmo, sin presionarnos de más y siempre, siempre, paramos si sentimos algún dolor o incomodidad. (Sí, el ejercicio en general es incómodo y a ratos puede costar, pero nunca debemos sentir dolor al hacerlo). Vamos lento: sobretodo en ejercicios de fuerza o resistencia, como pilates o pesas, es mucho más eficiente ir lento que acelerar. Ya que cuando hacemos todo con movimientos controlados y lentos, obligamos a cada uno de nuestros músculos a trabajar de igual forma. Si nos aceleramos, los músculos más fuertes se echan todo el trabajo pesado, dejando muchos músculos sin ejercitar. Es un mito que mientras más sudamos, más estamos ejercitando. A veces las partes más aburridas y lentas de una rutina de ejercicio son las que más nos ayudan. No tenemos que matarnos con cardio si no tenemos ganas, hay otras formas de lograr nuestros objetivos y no caer rendidos en el piso en el camino. Cuidemos nuestra respiración durante el ejercicio: es importante no aguantar la respiración y tener un ritmo coherente con lo que estemos haciendo; normalmente se recomienda inhalar en la parte menos exigente del ejercicio y exhalar en la más exigente.